Declararse en bancarrota es un proceso legal complejo que puede ofrecer alivio financiero cuando las deudas se vuelven insostenibles. Este procedimiento federal permite a individuos y negocios reorganizar o eliminar ciertas obligaciones bajo protección judicial. En esta guía exhaustiva, explicaremos paso a paso cómo declararse en bancarrota en Estados Unidos, los diferentes tipos disponibles, requisitos, consecuencias y alternativas a considerar.
¿Qué significa declararse en bancarrota?
Declararse en bancarrota implica presentar una petición formal ante un tribunal federal para obtener alivio de deudas bajo el Código de Bancarrota de EE.UU. Este proceso puede liquidar activos para pagar acreedores (Capítulo 7) o establecer un plan de pagos (Capítulo 13). La bancarrota detiene inmediatamente cobros, embargos y ejecuciones hipotecarias mediante una “orden de suspensión automática”, pero tiene consecuencias crediticias a largo plazo que deben considerarse cuidadosamente.
Tipos principales de bancarrota para individuos
Los dos tipos más comunes para personas son: Capítulo 7 (liquidación) que elimina deudas no garantizadas como tarjetas de crédito y préstamos personales, y Capítulo 13 (reorganización) que establece un plan de 3-5 años para pagar parte de las deudas con ingresos regulares. El Capítulo 11 aplica principalmente a negocios, mientras el Capítulo 12 es para agricultores/pescadores. La elegibilidad depende del ingreso, deudas y activos, evaluados mediante la “prueba de medios”.
¿Cómo iniciar el proceso de bancarrota?
El proceso comienza presentando una petición en el tribunal de bancarrota de tu distrito judicial, junto con formularios detallando ingresos, gastos, activos, deudas y transacciones recientes. Debes completar cursos de educación crediticia antes y después de presentar. La mayoría contrata un abogado de bancarrota (1,500$ hasta 4,000$ para Capítulo 7; 3,000$ hasta 6,000$ para Capítulo 13), aunque es posible hacerlo “pro se” (sin abogado) en casos simples.
Requisitos para declararse en bancarrota
Para presentar, necesitarás: 1) Comprobantes de ingresos últimos 6 meses, 2) Declaraciones de impuestos recientes, 3) Lista detallada de acreedores y montos adeudados, 4) Documentación de activos (propiedades, vehículos, cuentas bancarias), y 5) Certificado del curso de educación crediticia. El Capítulo 13 requiere además un plan de pagos factible basado en ingresos estables. Ciertas deudas como préstamos estudiantiles, pensiones alimenticias y multas generalmente no son eliminables.
Consecuencias de declararse en bancarrota
Una bancarrota permanece en tu informe crediticio por 10 años (Capítulo 7) o 7 años (Capítulo 13), afectando tu capacidad para obtener crédito, alquilar vivienda o ciertos empleos. Sin embargo, muchas personas reconstruyen su crédito en 2-3 años. Puedes conservar ciertos bienes “exentos” como ropa, herramientas de trabajo y, en algunos estados, tu vivienda principal o vehículo hasta cierto valor. La bancarrota no afecta pensiones, 401(k)s u otros planes calificados.
Alternativas a la bancarrota
Antes de declararte en bancarrota, considera: negociación directa con acreedores, planes de manejo de deudas sin fines de lucro, consolidación de préstamos, o simplemente dejar de pagar deudas no garantizadas (aunque con consecuencias crediticias). Para hipotecas atrasadas, la modificación de préstamo podría ser mejor opción. La bancarrota debe ser último recurso después de agotar alternativas menos drásticas, excepto en emergencias como juicios inminentes o embargos salariales.
¿Qué deudas no se pueden eliminar en bancarrota?
Las deudas “no descargables” incluyen: préstamos estudiantiles federales (excepto en raras circunstancias), pensiones alimenticias y manutención infantil, multas/reparaciones penales, impuestos recientes, deudas por fraude o daños intencionales, y préstamos no declarados en la petición. Las tarjetas de crédito, préstamos médicos, préstamos personales y arrendamientos generalmente son eliminables, al igual que las deudas de servicios públicos y algunos impuestos más antiguos.
Preguntas frecuentes sobre cómo declararse en bancarrota
1. ¿Cuánto cuesta declararse en bancarrota?
Las tarifas de corte son 338$ (Capítulo 7) o 313$ (Capítulo 13), más honorarios de abogado de 1,500$ hasta 6,000$.
2. ¿Puedo conservar mi casa si me declaro en bancarrota?
Depende del valor de la equidad, exenciones estatales y tipo de bancarrota; el Capítulo 13 permite ponerse al día en pagos atrasados.
3. ¿Cuánto tiempo toma el proceso?
Capítulo 7: 3-6 meses; Capítulo 13: 3-5 años de pagos antes de descarga.
4. ¿Puedo declararme en bancarrota sin abogado?
Sí, pero no es recomendable excepto para casos extremadamente simples.
5. ¿Con qué frecuencia puedo declararme en bancarrota?
Capítulo 7: cada 8 años; Capítulo 13: cada 2 años entre descargas.
6. ¿La bancarrota detiene el embargo salarial?
Sí, inmediatamente después de presentar la petición en la mayoría de casos.
7. ¿Qué es la prueba de medios?
Cálculo que compara tu ingreso mediano con el de tu estado para determinar elegibilidad para Capítulo 7.
8. ¿Puedo eliminar préstamos estudiantiles?
Muy raramente; debes demostrar “dificultad excesiva” en corte adversaria.
9. ¿Qué es una audiencia 341?
Reunión con acreedores administrada por el síndico, generalmente breve y sencilla.
10. ¿Puedo pagar a familiares antes de declararme?
No, pagos preferenciales pueden ser revertidos por el tribunal.
11. ¿Qué bienes puedo conservar?
Depende de exenciones estatales; generalmente ropa, herramientas de trabajo y bienes esenciales.
12. ¿Debo dejar de pagar deudas antes de declararme?
Consulta con abogado; algunas deudas garantizadas como autos quizás deban seguir pagándose.
13. ¿Qué es un síndico de bancarrota?
El administrador del caso asignado por el tribunal para supervisar el proceso.
14. ¿Puedo declararme si estoy desempleado?
Sí, y puede ser más fácil calificar para Capítulo 7 sin ingresos.
15. ¿La bancarrota afecta a mi cónyuge?
Solo si las deudas son conjuntas; el crédito individual de tu cónyuge no se afecta.
16. ¿Puedo eliminar deudas de impuestos?
Algunas sí, si tienen más de 3 años y cumplen otros requisitos específicos.
17. ¿Qué es una acción adversaria?
Demanda dentro del caso de bancarrota sobre una deuda específica.
18. ¿Puedo comprar casa después de bancarrota?
Sí, generalmente después de 2-4 años dependiendo del tipo de préstamo.
19. ¿Qué hago si me niegan la bancarrota?
Puedes reconvertir a otro capítulo o apelar, dependiendo de los motivos.
20. ¿Cómo reconstruyo mi crédito después?
Con tarjetas aseguradas, pagos puntuales y monitoreo de reportes crediticios.
21. ¿Puedo declararme por deudas médicas?
Sí, las deudas médicas generalmente son descargables en bancarrota.
22. ¿Qué es el curso de educación crediticia?
Requisito obligatorio antes y después de presentar bancarrota, disponible en línea.
23. ¿Puedo declararme si soy dueño de negocio?
Sí, pero la estructura legal del negocio afecta las opciones disponibles.
24. ¿Qué es bancarrota de Capítulo 11?
Reorganización para negocios o individuos con deudas muy altas; más compleja y costosa.
25. ¿Cómo afecta bancarrota a arrendamientos?
Puedes rechazar contratos de arrendamiento, pero quizás pierdas el depósito.
26. ¿Puedo eliminar multas de tránsito?
No, las multas gubernamentales generalmente no son descargables.
27. ¿Qué hago si me demandan por deudas?
La bancarrota detiene la demanda; declárate antes de que dicten sentencia.
28. ¿Puedo declararme por segunda vez?
Sí, pero hay períodos de espera entre diferentes tipos de bancarrota.
29. ¿Qué debo hacer después de declararme?
Asistir a todas las audiencias, completar el segundo curso y seguir órdenes del tribunal.
30. ¿Dónde encuentro abogados de bancarrota de bajo costo?
En Legal Aid, clínicas legales universitarias o a través de referencias del colegio de abogados local.
Declararse en bancarrota es una decisión importante con consecuencias financieras y legales a largo plazo. Antes de proceder, consulta con un abogado de bancarrota calificado que pueda evaluar tu situación específica y guiarte hacia la mejor solución para tu caso particular. Cuando se usa correctamente, la bancarrota puede ser una herramienta poderosa para recuperar el control financiero y comenzar de nuevo.
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